viernes, 25 de octubre de 2013

Isabel Fernández, Real Fábrica de Tapices


Isabel Fernández Responsable del Departamento de restauración de Tapices de la Real Fábrica de Tapices.

Me ha parecido interesante el trabajo de Isabel Fernández responsable del Departamento de Restauración de la Real Fábrica de Tapices, ya que también es patrimonio histórico, pero textil, y que en España cuenta con uno de los más importantes de Europa, con algunas colecciones de carácter único, como el conjunto de telas hispanomusulmanas, que se conservan en el Panteón Real de las Huelgas (Burgos) o las colecciones del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

Responsable del Departamento de restauración de Tapices de la Real Fábrica de Tapices.©FRFT
 
Isabel Fernández nos explica que: "Los tejidos son bienes íntimamente ligados a la historia de la humanidad en tantos y tan variados aspectos que podríamos empezar con la rotación de una mecha de lana entre el pulgar y el índice de una anónima y prehistórica mano y llegar hasta la fabricación de tejidos inteligentes y comprobar que los tejidos forman un entramado que liga política, economía,  ciencia, tecnología, antropología, arte, literatura,  religión…, así que creo que sí, los tejidos pueden contarnos muchísimas cosas".

La Real Fábrica de Tapices de Madrid está llevando a cabo un minucioso proceso de lavado y restauración de la colección de tapices del Colegio del Patriarca, 6 paños del siglo XVI de manufactura flamenca, encabalgadas entre el gótico y el renacimiento.

Isabel explica que: "la mejor restauración posible debe ser humilde, eficaz y lo más reversible posible". 
Proceso de eliminación de antiguas restauraciones. Tapiz del Colegio del Patriarca  ©FRFT


Estos paños son excepcionales por sus 500 años de antigüedad, la calidad de su manufactura, ser parte de la herencia directa del Santo Fundador del Colegio del Patriarca, por su colorido, composición e iconografía.
Isabel nos explica sobre su manera de enfrentarse a un nuevo trabajo: "Me cuesta bastante entrar en acción pero esto no es algo que me preocupe especialmente ya que sé que a su debido tiempo doy el paso y no me tiembla el pulso […] creo que es importante mantener siempre una actitud de alerta a la hora de intervenir sobre las piezas y creo que la duda y el cuestionamiento favorecen el trabajo de conservación y restauración. De hecho, al tener ya unos añitos he tenido ocasión de observar hasta que punto es peligroso el exceso de confianza y la voluntad de acción, el resultado de intervenciones entusiastas en que la restauración no solo termina predominando sobre el original sino que puede incluso llegar a destruirlo…, yo aspiro a pasar más desapercibida y a lograr que las piezas que pasen por nuestras manos se conserven más y mejor una vez tratadas. Actualmente, como responsable del Departamento de restauración de Tapices, de la Real Fábrica de Tapices, la cosa es todavía más emocionante porque tengo que mantener en marcha el Departamento y dirigir y supervisar proyectos de mucha envergadura, aun así, dedicamos mucho tiempo y esfuerzo a documentar y estudiar las piezas antes de entrar en acción. Creemos en eso, documentación, reflexión, trabajamos en equipo y creo que nos funciona bastante bien".
"En España nos ha resultado difícil organizar una formación reglada en restauración textil. Desde luego es fundamental tener una formación buena en restauración y conservación de Patrimonio en sus aspectos tanto teóricos como técnicos y científicos, ayuda mucho tener una formación específica de textiles, conocimientos sobre técnicas de manufactura, y tejeduría, costura etc.; luego está todo el aspecto teórico y filosófico sobre los criterios de intervención, los conocimientos de historia del tejido un buen amueblamiento mental para organizar las estrategias de trabajo  y de recogida de documentación, además de desarrollar las destrezas y habilidades manuales tales como  descrudar y teñir telas para soportes, hacer patrones de piezas con volumen, conocer diferentes métodos de costura y saber elegir los más eficientes y reversibles en cada caso, saber  elegir las muestras para analizar en función del interés potencial que los resultados de los análisis puedan arrojar, asesorar sobre la mejor manera de exponer y almacenar las piezas textiles, y muy importante, encontrar la manera de hacer viable económicamente el proyecto y, en este sentido instituciones como la Fundación Iberdrola juegan un papel fundamental...".
 
Los emblemas del amor. RFT con cartón de Guillermo
Pérez Villalta,   
©FRFT
Para Isabel Fernández, una buena restauración ha de tener una mínima intervención, máxima reversibilidad, documentación de las piezas y los procesos realizados sobre la misma recogidos en un informe completado con las pautas a seguir sobre el modo de almacenarla, transportarla y exhibirla.

Añade que: "Las obras textiles son falsificables, existe un mercado. Los tejidos de calada se han copiado y reproducido a lo largo del tiempo con tal fidelidad,  que solo se ha podido datar correctamente su procedencia mediante las técnicas de análisis modernas. Por ejemplo, las cromatografías realizadas a fibras teñidas ha permitido corregir dataciones realizadas en base a el estilo decorativo del textil, ya que era imposible, por ejemplo, atribuir un tejido al siglo XIII si el color rojo de sus hilos estaba teñido con cochinilla, algo que no existía en el Viejo Continente antes del descubrimiento de América . Sin embargo creo que otros, como por ejemplo  los tapices del S.XVII , por su naturaleza propia, el dominio del dibujo y el color que tenían aquellos artesanos además de la monumentalidad de sus dimensiones,  son imposibles de falsificar ya que solamente el tiempo que requiere tejer un tapiz, supera en coste con mucho el precio que pueda llegar a tener en el mercado, por no decir que resulta imposible encontrar tejedores que sean capaces de reproducir estos prodigios del arte textil, ni hilanderos que hilen a mano, ni ovejas merino que produzcan esa lana, ni campos de granza, gualda o pastel con que teñir la hilaza…"
"El arte textil, por otra parte tiene su mercado, sin duda.  A finales del S.XIX  y principios del S.XX, hubo un incremento del furor coleccionista del textil en buena parte debido a la inmensa cantidad de tejidos coptos que salieron a la luz en las excavaciones realizadas por Albert Gayet en Antinöé, entre 1895 y 1911. Este egiptólogo que realiza sus excavaciones bajo el patrocinio de un rico comerciante de Lyon llamado Émile Guimet, perteneciente a la muy poderosa Cámara de Comercio de Lyon, de la que, por supuesto eran miembros relevantes los prósperos comerciantes textiles de la región; como decía, los tejidos coptos aparecidos en esas excavaciones se encontraban en un estado excepcional gracias a las condiciones climáticas en que permanecieron durante siglos. Salieron a la luz con sus colores intactos y sus deliciosas imágenes figurativas, tan expresionistas y “modernas”, cautivaron a artistas como Mariano Fortuny, Picasso o Matisse, entre otros, todos ellos coleccionaron tejidos coptos y se inspiraron en ellos, no me cabe duda. Este mercado de antigüedades tiene sus devotos, aunque tal vez no se trate de un mercado masivo precisamente".
En cualquier caso si hablamos de mercado de grandes cifras asociado al arte textil, no cabe duda que en el Siglo XXI ese mercado lo copan los diseñadores de primera línea, que tienen entre sus clientas una miríada de expertas coleccionistas que adquieren, conservan, catalogan y clasifican sus vestidos como verdaderos objetos de colección y, desde luego el tiempo está de su parte ya que, seamos realistas, en 200 años serán historia y de alguna manera, parte de los oficios manuales asociados al textil como son los bordados y las pasamanerías y la costura manual, sobreviven gracias a esta pasión de los verdaderamente opulentos por la moda".
"Desde los encajes de la abuela a los manteles de lagartera España tiene una riqueza textil impresionante que deberíamos admirar. Creo que es una suerte que casi todo el mundo tenga en su casa algún encaje, mantel, tapete o lo que sea, producido por unas manos familiares. Apreciar el valor de esa manufactura es el comienzo de todo, y luego turismo de interior. Solo recorriendo España de cabo a rabo tenemos tejidos en cada esquina. Empecemos por el Sur: En Granada, solo en la Catedral ya encontramos el llamado terno de Fernando el Católico, una soberbia muestra de tejido labrado y bordado de finales del s.-XVI,  la Alhambra alberga también una colección de tejidos bien interesante. o los maravillosos bordados sevillanos del XVIII que podemos admirar en los trajes procesionales de las vírgenes, los tejidos hispanomusulmanes de tiraz producidos en el período califal, que se encuentran en los tesoros de iglesias o catedrales como San Isidoro, de León, en Palencia, Huesca o Zaragoza; qué decir de los tejidos espolinados valencianos del s. XVIII, o los tapices del Colegio del Patriarca que estamos en vías de poner en exposición, el preciosísimo tapiz de la Creación de la Catedral de Gerona o el Museo textil y de Indumentaria de Barcelona,  el Instituto Valencia de Don Juan en Madrid, que atesora una colección exquisita de tejidos, los tejidos medievales del Panteón Real del Monasterio de Sta. María la Real de Las Huelgas, las colecciones reales de Tapices del Escorial, La Granja, El Pardo o la delicia de Casita del Labrador, tapizada de telas Lyonesas que parece una bombonera, el Museo Balenciaga en Getaria de reciente creación y, como dirían los ingleses “last but not least”, la Real Fábrica de Tapices de Madrid, donde además de albergar, conservar y restaurar tapices y alfombras, hacemos un esfuerzo tremendo por mantener vivos los oficios de tejeduría de alfombras y tapices, tal y como se hacía en el s.XVIII, en el momento de su  fundación y que forma parte del patrimonio inmaterial  de nuestro país,  que invitamos a conocer a todo el que quiera no solo admirar tejidos, si no entender un poco mejor el cómo se hacen para mejor valorarlos".
Finaliza Isabel Fernández haciéndonos una invitación a admirar el patrimonio textil: "Y dejo muchas cosas en el tintero textil español basta con abrir los ojos y visitar nuestros museos en especial de Artes Decorativas o etnológicos así como los tesoros de iglesias y catedrales donde siempre encontraremos  objetos textiles que admirar".


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