Sobre la conservación del arte contemporáneo
o ¿El arte contemporaneo necesita conservación?
Según Gloria Pou, es difícil considerar la restauración en el ámbito de las instalaciones contemporáneas consistentes en objetos que fácilmente se pueden encontrar en el mercado.
En el caso de la instalación que pudimos observar en la Galería de Arte Estrany de la Mota, Black Tulip / Nou Origen es difícil hablar de conservación, ya que se trataba de una instalación con andamios y otros materiales que una vez acabada la exposición volverían a su lugar de origen, un almacén de construcción.
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Black Tulip FASE 3 |
Aún así, el arte contemporáneo normalmente esta realizado con materiales de uso cotidiano, que dentro de 300 años, seguramente ya no serán cotidianos, sino que serán difíciles de obtener. Por lo que las instalaciones actuales solo se podrán reproducir mediante métodos virtuales. Y por lo tanto, estamos hablando de un arte efímero, como el arte efímero que existia hace siglos y que ahora tenemos que imaginar, mediante dibujos realizados por artistas de la época, o escritos.
Entonces, si aquel arte efímero del que apenas tenemos noticias ya no existe, ni casi importa; lo mismo pasara con las instalaciones contemporáneas, y cierto arte contemporáneo, que se lo comerá el tiempo. Chocolate, patatas, grano, pelos, orines……, luchar por conservar todo esto en frigoríficos y almacenes especializados creo que dentro de 1000 años no tendrá sentido.
Y nunca mas se supo…….
Con esto no quiero decir que no crea en el arte contemporáneo de las instalaciones, etc. Sino que creo que esta en la calle, en las casas, en las ciudades, pueblos, etc. Todo es una instalación, todo es contemporáneo y seguramente dentro de muchos años se consideraran reliquias antiguas de una civilización.
En cuanto bajé por la rampa de la galería y vi los andamios, pensé "vaya otra instalación que no parece una instalación", la verdad es que no me sorprendió en absoluto. Ya había estado anteriormente en ésta galería y la vez anterior me pareció un taller de baratillo de Martí Anson, en el que ni siquiera las herramientas eran de verdad, sino un cutter, unas hojas de papel, un lápiz Staedtler de esos amarillos y negros, y unas cuantas tiras de madera. Se trataba de construir una casa barata, peor que la que su padre había construido en los años 60 o 70, en el Palais de Tokyo. En la galería estaba el proyecto solamente, un proyecto con diversos fallos constructivos.
Gloria Pou nos explico durante bastante rato el funcionamiento de la galería, fue interesante a la vez que deprimente, sobre todo cuando nos demostró ante nuestros ojos que era capaz de besarle el culo a no se que experto si entrara de pronto en la galería. También me deprimió la forma tan clara de mostrar que en el mundo del arte donde se mueve el mercado, todos se han de conocer, y que ellos son los que van a buscar a los artistas. Que no se le ocurriera a ningún desgraciado de ellos presentarse en la galería con su portafolios o su carpeta (Uff que cosa más cutre).
Bueno, esto es el aquí y ahora, veremos lo que dura.
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